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Transformación y Gobierno Digital: ¿enfoque o eje de desarrollo?

¿UN GOBIERNO DIGITAL QUE SE CONSTRUYE “o” LA TRANSFORMACIÓN DEL GOBIERNO DESDE LO DIGITAL? Parece un juego de palabras, pero no es así, ya que desde la perspectiva con la que se mire, se estará determinando el resultado. En estas líneas se presentan algunas ideas sobre lo que puede representar “la visión sobre lo digital” en la administración pública cubana.

Desde hace varias décadas, cuando se oye hablar de GOBIERNO DIGITAL, se tiende a asumir que se trata de la ´mejora tecnológica de la Administración Pública´. Esto supone -para algunos- asignar o dotar a los ministerios, entidades públicas y estructuras de gobierno, de aquellos insumos TICs: computadoras, impresoras, softwares, tecnología móvil (celulares, tablets, etc.), acceso a internet, nuevas redes de conexión u otros dispositivos y facilidades para “simplificar y optimizar el trabajo de los funcionarios públicos”.

En pleno siglo XXI, esa mirada desde la gestión tecnológica ya ha quedado atrás, pues hoy se reconoce que una clave del éxito no está en los medios y recursos que se disponen, sino en el uso que se hace de ellos.

El recién Informe de Desarrollo de Gobierno Digital de Naciones Unidades (IDGE´2022) hace énfasis, por citar un ejemplo, en el valor que hoy adquiere la información y los datos abiertos para la transformación digital, lo que constituye un giro sustancial en cuanto a concepción y visiones de desarrollo. Esto ha consolidado la denominada triada INFORMACIÓN-COMUNICACIÓN-TECNOLOGÍA como pilar esencial para las nuevas capacidades a generar en el gobierno en línea. Es por esto que entre los avances que hoy se identifican en el entramado de la transformación digital se encuentran:

  •  servicios y trámites en línea,
  • identidad digital (ID),
  • TIC,
  •  tecnologías emergentes (IA, Blockchain etc.),
  •  datos abiertos de gobierno,
  • acceso a la información,
  • interoperabilidad,
  • sistemas de información,
  • innovación digital,
  • participación ciudadana,
  • transparencia,
  • rendición de cuentas,
  • firma digital,
  • certificos digitales,
  • procesos informatizados,
  • leyes de protección de datos personales y de acceso y transparencia a la información pública,
  • estrategias e indicadores de e-gob, entre otros muchos elementos.

No obstante, al valorar el desarrollo de cada uno de estos elementos, nos percatamos de su complejidad de diseño e implementación precisamente por el impacto que puede generar en la calidad de vida de la población y el bienestar ciudadano. Ahora bien, todos estos avances se relacionan e integran desde la transformación del gobierno. De ahí que verlos de forma aislada y descontextualizada no contribuye al desarrollo de una acertada sociedad de la información. La clave de éxito de la gestión pública radica, justamente, en la perspectiva sistémica y holística con la que se asume este proceso, lo que permite establecer unas primeras ideas para un cambio de mentalidad:

  1. El gobierno digital es la transformación de la administración pública optimizando el uso de las TIC, la información y la comunicación.
  2. El gobierno digital tiene un enfoque ciudadano porque su razón de ser es mejorar la calidad de vida de la población y generar su bienestar a partir de las transformaciones tecnológicas, informacionales, comunicativas, procesos administrativos y la propia gestión de las políticas públicas.
  3. El gobierno digital no es una forma de gobierno, es un estado superior -evolutivo- de la administración pública.

Estas tres ideas son esenciales cuando hablamos del gobierno digital como un “EJE DE DESARROLLO” o un “ENFOQUE DE GOBIERNO”. Al respecto se podría preguntar:

  •  ¿Cuál de las dos es la que más se utiliza, o debería utilizarse por quienes tienen el encargo de la transformación del gobierno?
  • ¿Vale la pena generar este tipo de distinción cuando puede parecer que hablamos de lo mismo?

Es importante destacar que ambas visiones no tienen las mismas implicaciones. El concebir al gobierno digital como un eje de desarrollo en la gestión pública permite asignar responsabilidades claras para su desarrollo, pero supone un gran reto: “sin un líder o estructura (gobierno) que sepa articular todos los ejes y pautas de desarrollo” será muy difícil transformar el gobierno con un verdadero enfoque ciudadano. Ese es el riesgo de tener una perspectiva como eje de desarrollo.

Al respecto, en el Taller de Gobierno Electrónico desarrollado en el Encuentro Internacional de Estudiosos de la Información y la Comunicación (ICOM´2019), la experta de la CEPAL en Tecnologías de la Información Alejandra Nasser enfatizaba que uno de los éxitos del gobierno digital está en el apoyo y liderazgo de la máxima dirección de gobierno.

Evidentemente si la mirada del gobierno digital no transversaliza a la gestión pública, tendremos un gobierno de sumatorias en/de desarrollo, pero quizás no de integración. Y la clave de éxito está precisamente en esta última: la visión integrada del gobierno.

El gobierno digital como eje apunta a:

  • Gestionar el impacto tecnológico para facilitar y hacer más eficaz y eficiente los trámites y servicios del gobierno.
  • Las facilidades generadas por el gobierno digital enriquecen la gestión del gobierno.
  • Con el gobierno digital que se consolida, la población puede beneficiarse por nuevas y atractivas formas de hacer.
  • Hay un responsable encargado de esa línea de desarrollo, y es el encargado de articular la misma a las mejoras que tendrá el gobierno.
  • Suele verse como una línea paralela de desarrollo (lo denominado vertical).
  • El éxito de trabajar el gobierno digital desde esta perspectiva radica en la capacidad y habilidad del gestor de integrar los resultados que se alcancen (recuerden la resistencia al cambio).

Por otra parte, visualizar el gobierno digital como un enfoque de gobierno implica:

  • El gobierno digital se gestiona para transformar y optimizar toda la gestión pública.
  • El gobierno digital es un proceso continuo de mejora a partir de todos los avances tecnológicos y científicos, por su respectivo impacto.
  • Lo digital va transformando toda la gestión pública desde una visión integrada (transversaliza todo el gobierno).
  • El encargado de transformación del gobierno digital es(son) el(los) máximo(s) responsable(s) del gobierno. No es cuestión de saber hacer, es cuestión de saber qué se debe transformar y liderar ese proceso de cambio.
  • Hacer gobierno digital no es más que perfeccionar el gobierno en sí mismo.
  • El éxito de verlo como un “enfoque” radica en el resultado visible: la transformación (el cambio digital se percibe y asume de forma natural y lógica como parte de la mejora continua)

Para el avance del gobierno digital en Cuba, quizás, lo más importante no está en cómo se le denomine, sino en cómo se asume al llevarlo a cabo. Puede que en nuestro país y en otros muchos se visualice de diversas formas, cada una responde al contexto y las particularidades que se posee. A pesar de esto, la esencia de la transformación digital es que no trata por áreas o sectores, menos cuando se piensa en una denominada Sociedad de la Información. La transformación digital supone retos desde aristas y dimensiones diversas, por lo que su gestión requiere una mirada estratégica e integral que sea agente de cambio, en este caso: para generar un bienestar ciudadano y social, al facilitarle y mejorarle la vida a las personas.

Ese propósito exige que el individuo, sus necesidades, expectativas y aspiraciones, sean el actor fundamental para una acertada administración pública. Por tanto, lo digital, en la gestión de gobierno, no es una pieza más de un juego de rompecabezas (valga la metáfora que se utiliza). Lo “DIGITAL” en la administración pública se ha convertido en un imperativo y un escenario ineludible, de ahí que su tránsito debe responder cada vez más a las necesidades de la sociedad cubana, es decir, convertirse en la solución y no en el medio.