
Transformación digital en América Latina y el Caribe: el rostro social (II)
La transformación digital es un eje transversal de la Agenda 2030 para el Desarrollo Sostenible, un plan de acción aprobado en el marco de las Naciones Unidas en el año 2015, en el cual se reconoce el nexo indisoluble entre erradicación de la pobreza y desarrollo sostenible. Entre los objetivos que interesan subrayar de esta agenda, por sus implicaciones más directas en términos sociales, se pueden señalar los siguientes:
- Fin de la pobreza
- Hambre Cero
- Salud y Bienestar
- Educación de calidad
- Trabajo decente y crecimiento económico
- Reducción de las desigualdades
Expresiones tales como “estado de bienestar digital”, “era digital para todos”, “transformación digital sostenible e inclusiva”, y “políticas digitales integrales”, empleadas en los documentos de política de organismos multilaterales enfocados en estos temas, dan cuenta de la incorporación de un enfoque integral en el abordaje de este asunto. En esta perspectiva, a las Tecnologías de la Información y la Comunicación (TICs) se les atribuye un papel primordial en la consecución de los propósitos más nobles de la Agenda 2030.
América Latina y el Caribe exhibe, tristemente, la condición de ser la región con la peor distribución del ingreso del planeta. En las sociedades latinoamericanas persisten problemas estructurales como los altos niveles de pobreza y vulnerabilidad, de desocupación, informalidad del empleo y bajos niveles de protección social. Es en este contexto que resulta de interés abordar la temática de la transformación digital, desde la perspectiva de las condicionantes sociales que limitan su desarrollo en la región.
La trasformación digital ha venido ocupando un lugar relevante en las agendas multilaterales de entidades de carácter regional, en el área geográfica que aquí nos ocupa, como la CEPAL, la OEA, el BID y el SELA. Hasta la fecha, se han celebrado ocho ediciones de la Conferencia Ministerial sobre la Sociedad de la Información de América Latina y el Caribe, auspiciada por la CEPAL. Asimismo, cuentan ya siete los encuentros realizados en el marco de la Cumbre Ministerial de Gobierno y Transformación Digital de las Américas, organizada por la OEA. Las agendas digitales de estos organismos convergen con las de los distintos esquemas de concertación e integración subregionales que operan en el área como CARICOM, SICA, MERCOSUR, entre otros.
Estos esfuerzos se dan en una región donde aún existen 210 millones de habitantes no conectados, a causa fundamentalmente, según la CEPAL, de “problemas socioeconómicos, (…) de acceso, (…) de la brecha social que vive nuestra región”. Según estimaciones recientes, la pobreza extrema representa el 13,8% de la población regional, y la pobreza, el 32,1%. En términos del mercado laboral, en el año 2022 se calcularon en 28,8 millones los desempleados en la región, cuatro millones más que los estimados para el año 2019.
El denominado analfabetismo digital es una dimensión de este escenario. Véanse, por ejemplo, datos de países que en su mayoría ostentan valores muy altos y altos de Índice de Desarrollo del Gobierno Digital (IDGE) y que, además, figuran entre las naciones catalogadas de avanzadas e intermedias en esta materia por la CEPAL. Según evaluaciones relativamente recientes de esta entidad, menos del 40% de la población adulta en México, Cuba, Perú, Brasil, Ecuador y Colombia, posee habilidades digitales de carácter básico.
Con ello se entiende la simple habilidad para copiar o mover un archivo o carpeta, emplear las herramientas de copiar y pegar para duplicar o mover información dentro de un documento, enviar correos electrónicos con archivos adjuntos y transferencia de archivos entre una computadora y otros dispositivos. Una parte de estas naciones están igualmente entre las que han experimentado últimamente las mayores alzas en los niveles de desigualdad en la región.
Un estudio realizado, hace alrededor de dos años, en otro grupo de países, entre los que figuran Argentina, Bolivia, Brasil, Chile, Colombia, Ecuador, México, Perú y Uruguay, mostró como resultado que cerca del 25% de los empleados formales no tenían condiciones para trabajar desde sus hogares, que menos del 40% de los niños vivían en un hogar conectado y que sólo el 43% de las escuelas públicas primarias se apoyaban en internet con fines pedagógicos. En tres de ellos (Perú, Bolivia, Paraguay), más del 90% de los niños de los hogares más pobres viven en hogares no conectados.
Los datos antes revelados son expresión de la persistencia de importantes dificultades para transitar hacia una transformación digital en la región. No obstante, son loables los avances constatados hasta la fecha en el área. Las clasificaciones de alto y muy alto IDGE de la mayor parte de las naciones latinoamericanas y caribeñas, deben de entenderse como resultado de la voluntad política existente en torno a esta materia, en particular, lo referido al gobierno electrónico, de especial relevancia si se toma en cuenta el papel que le toca jugar al Estado como garante de la llamada inclusión digital.
Las limitaciones estructurales constituyen, sin embargo, un factor de peso que continuarán gravitando y fijando los márgenes dentro de los cuales pensar el desarrollo de un proceso de esta naturaleza en nuestra región. Los mayores riesgos residen precisamente en avanzar de manera parcial y desigual hacia la digitalización de la sociedad, perpetuándose las bases de exclusión y desigualdad social que predominan en el área.
Referencias:
Alicia Bárcena.” Diálogo de Alto Nivel. Tecnologías digitales en tiempos de COVID-19”.
CEPAL 2021. “Datos y hechos transformación digital. Informe sobre los principales indicadores de adopción de tecnologías digitales en el marco de la Agenda Digital para América Latina y el Caribe”. https://www.cepal.org/es/publicaciones/46766-datos-hechos-la-transformacion-digital-informe-principales-indicadores-adopcion
CEPAL. “Panorama social de América Latina y el Caribe. 2021”
Naciones Unidas. “El desempleo en América Latina bajará en 2022, aunque seguirá más alto que antes de la pandemia”